El club se define como un espacio de encuentro social y recreativo libre de etiquetas, donde cada quien puede ser uno mismo sin discriminación ni prejuicios. Aproximadamente hace nueve meses, una convocatoria vía Instagram invitaba a llenar un formulario para tener un primer contacto con los creadores de la idea. Así se formó el primer encuentro, una reunión donde se planificó el funcionamiento de cara a los entrenamientos que hoy son parte de la rutina semanal de sus jugadores, profes e hinchas.

El crecimiento fue inminente. Hoy en día hay más de cien personas que integran el equipo de Tordos, que claramente acertó en la lectura de la necesidad social de crear un espacio inclusivo para hacer deporte sin miedo ni vergüenza.

“Además de un lugar donde poder aprender un deporte, las personas encuentran un espacio que los contiene, que los abraza, que les permite socializar y crear amistades; cosas que dejan al deporte en un segundo plano. Y si bien el espacio nace con esa necesidad, las puertas están abiertas a toda la comunidad”, explica Caballero. “Es fundamental para nosotros que cada persona se sienta bienvenida y respetada en nuestro entorno deportivo. Queremos enfatizar que nuestro club es un espacio libre de etiquetas, donde cualquier persona, sin importar cómo se perciba en términos de género, es bienvenida y puede acceder a todas las disciplinas que ofrecemos”.

Si bien no forman parte de la Liga Amateur, desde Cancheros queremos felicitar y promover la iniciativa, sobre todo teniendo en cuenta que en una sociedad machista con conductas homofóbicas y discursos de odio, esta propuesta responde con coraje, con valentia y con la fuerza de lo colectivo a aquellos que quieren tapar el sol con la mano.