Con una “V” en su escudo e identificado con el celeste y amarillo, el 25 de mayo de 1951, nació este conjunto canario, oriundo de Tolosa, con su sede ubicada en 522 E/ 14 y 15. En la actualidad el club sigue en pie, aunque no milita en la Liga Amateur Platense.

Rubén Barraza de perfil, sosteniendo la casaca Canaria.

Que haya sido fundado en plena conmemoración al «Día de la Patria», es solo un detalle que abre una serie de puertas para contar y desarrollar, es decir, que muchos recuerdan a este club, como una institución muy particular, la cual lograba llevar gran número de personas a cada partido y que tenía un sentido de pertenencia enorme.

Pero si hay un momento en el que todos se detienen y resaltan, es cuando Rubén Barraza como DT, logró poner a la institución en lo más alto, tras conseguir el primer y único campeonato. Desde ese inolvidable 21 de diciembre de 1997, este equipo se convirtió en uno de los conjuntos mejor recordados del mundo liguista.

EN PRIMERA PERSONA

Siendo así, José Figueredo, uno de los jugadores que militó en el equipo campeón del 97, recordó: “Jugar en El Cruce era un sentimiento que no se puede explicar, era amor a la camiseta, era entrar a la cancha y que te reciban más de 200 personas, era increíble», comentó, y agregó: “El club me dejó los mejores momentos jugando al fútbol y los mejores en la liga, para mí es el mas grande».

Sede del club Centro Fomento y Biblioteca El Cruce, 522 E/ 14 Y 15 (Tolosa)

Por la misma línea, Fernando Comai, ex arquero de la institución explicó la importancia del club: ”Para mí significa un montón, jugué 16 años y es la única camiseta que vestí en la Liga Amateur. Es mí segunda familia, porque la mayoría de mis amigos son del club, las mejores anécdotas y los momentos mas lindos de mi vida los viví en El Cruce”. El ex guardameta Canario, resumió que el club “es todo”.

Mientras que Juan José Tejeda, también aportó con un breve comentario sobre su experiencia en la institución, ya que a pesar de no haber sido parte del equipo campeón, dijo: “El Cruce es la mejor hinchada que vi en la LAP; eran muy seguidores, muy eufóricos. La gente era el jugador número 12, porque jugar con ese público a favor era terrible, te sacaba lo que no tenías”.

EL SENTIMIENTO NO MURIÓ

Sus últimos partidos en la Liga los disputó en el 2009, pero para ese entonces, ya había conseguido un gran reconocimiento deportivo, que lo postulaban entre los grandes liguistas, siendo que quienes lo recuerdan, lo hacen por la intensidad de su juego e incalculable aguante de su gente.

Parte del plantel que salió campeón en el año 1997

Pero lo importante de todo esto, es que a pesar de los años, sus miembros no rompieron esa fraternidad, ni mucho menos olvidaron el amor por el club. Los asados, las juntadas y las anécdotas siguen en la memoria de todos, no solo de su gente, sino también de sus antiguos rivales.

Ex jugadores del club de diferentes épocas, reuniéndose y manteniendo esa particular pasión.