El domingo en el partido por la cuarta fecha del Apertura, las pibas de la UNLP junto a las de Talleres se tomaron una foto previa al partido con una bandera que señalaba “Defendiendo los colores de la educación pública”. Ayer, ADIP realizó un comunicado que finaliza diciendo “En La Plata tenemos una de las universidades más influyentes de América Latina, donde todos los años se inscriben miles de personas, grandes y chicas, para poder formarse como profesionales y con una calidad humana que se extienda mucho más que un saber teórico”.
Tricolores, por su parte, contó que dentro de su institución también cuentan con diferentes tipos de profesionales y futuros estudiantes de la universidad, “desde profesores de educación física que planifican los entrenamientos hasta profesionales de la salud que cuidan el bienestar de nuestros jugadores”. Pero, ¿por qué los clubes se involucran en la defensa de la educación pública y gratuita?
La educación es una herramienta ordenadora de la sociedad donde las personas crecen, aprenden, discuten y se preparan para la vida. Particularmente la universidad es el sitio donde decidimos qué hacer de nuestras vidas, y la oportunidad que brinda el sistema educativo en Argentina de que todos podamos elegir si estudiar o no y qué carrera, es un ejemplo para el mundo. Que la educación sea pública y gratuita permite unificar el acceso a la misma; hay muchos que, si no existieran esas condiciones, no habrían podido acceder a un estudio básico y mucho menos superior.
Las instituciones educativas y las asociaciones civiles tienen muchos puntos en común, pero sobre todo son el bastión que contiene y sostiene a una comunidad, un barrio, un grupo de personas que las necesita. En los diversos distritos de La Plata hay clubes que abren sus puertas para practicar deportes pero también para dar apoyo escolar, y cada equipo cuenta con profesionales que salieron de las universidades nacionales, gratuitas y federales: los tesoreros, abogados, preparadores físicos, kinesiólogos, hasta los comunicadores que manejan las redes sociales son, en su gran mayoría, egresados de la universidad pública.
Los clubes no son indiferentes con la lucha educativa porque saben que los sueños también se construyen en colectivo. Muchos de los chicos que crecen en el club sueñan con ser deportistas, pero muchos otros sueñan con estudiar y ser profesionales en otros ámbitos.
Defender la educación es defender los sueños de quienes van a construir el futuro profesional del país.